INTELIGENCIA RELACIONAL.

Una característica típica de aquellos que poseen una desarrollada inteligencia relacional está en ver anticipadamente hechos. Generalmente, quien la posee es un comunicador eficaz y contundente y tiene en su personalidad como un imán que atrae a la gente con sus palabras y su forma de actuar. Estas personas son capaces de interpretar con facilidad escenarios múltiples con mucha actividad y personas a su alrededor.

En resumen, permiten establecer una relación muy fuerte con todo lo que les rodea, para interactuar inteligentemente en todo tiempo y lugar.

Sin embargo, lo más interesante de la inteligencia relacional no está necesariamente ubicado en la capacidad de anticipación que pueda tener un individuo o en la capacidad de lectura de hechos que los demás no ven, sino que está en la capacidad de interpretar rápidamente las nuevas reglas que lo rodean o bien con base en los hechos observados crea las nuevas reglas con las cuales puede operar y salir siendo ganador.

Desde luego, la inteligencia relacional por sí sola no es suficiente y es entonces necesario mezclarla con la inteligencia emocional que es la que nos ayuda a manejar y controlar nuestros sentimientos y emociones y con la inteligencia racional que apela a la razón pura (como su nombre indica).